20 jun 2013

Alejandro Sanz y sus amigos enamoran en Sevilla

Alejandro Sanz ofreció anoche en el Estadio de La Cartuja de Sevilla un concierto tridimensional junto a sus amigos Jamie Cullum, Pablo Alborán, David Bisbal, Malú y Manolo García, con los que enamoró a las más de 20.000 asistentes, porque la gran mayoría fueron mujeres que corearon todas las letras. Incluido en su gira "La música no se toca", el último trabajo discográfico de Sanz y su noveno disco de estudio, el concierto duró dos horas con una mezcla de baladas y canciones roqueras que interpretaron en solitario y también junto a sus amigos, para los que reservó viejos éxitos. Sanz eligió al elenco de cantantes que le acompañaron porque, según explicó a los periodistas, todos ellos menos el británico Cullum son representativos de la música española, desde Manolo García (de El Último de la Fila), que "forma parte de nuestra banda sonora de toda la vida", hasta Pablo Alborán, la "última joya de la corona". Poco después de calificar como "sinvergüenzas" a los dirigentes del Fondo Monetario Internacional por pedir despidos y salarios más baratos en España, Sanz subrayó en el escenario que Sevilla fue muy especial en su infancia y que por eso había preparado una "bandeja de pastelitos" para su público con la presencia de los cinco "amigos". El cantante interpretó 18 temas, dos de ellos bises, uno con Pablo Alborán, basados en el amor y el romanticismo, gracias a lo cual logra un gran fervor del público femenino, que realzó las canciones cantándolas, en ocasiones sin necesidad de que las entonara Sanz, y con algunos hombres junto a ellas, la mayoría con la impresión de estar sólo de acompañantes. "¿De qué se puede hablar en las canciones si no es de amor?", había avanzado en alguna ocasión el cantante, que ya tiene casa en Madrid para vivir en España y asegura que enseña a su hijo, de un año y 8 meses, la cultura andaluza, de donde es su familia. Entre algunas de las canciones, como "No es lo mismo", "Se vende" o "Cuando nadie me ve", Sanz explicó su idea de la utopía, "algo que se aleja diez metros cuando te acercas diez metros y que sirve para caminar", tras lo cual instó a "luchar por nuestros sueños". "¡Tú sí que vales!", le dijo en alguna ocasión el público sevillano, que le aplaudió por bulerías y con el que se mostró muy cercano, igual que con las 600 personas que trabajaron en el concierto, con las que se fotografió antes de actuar y tras la prueba de sonido, cuando el cantante hizo carantoñas con su hijo. Gracias a temas como "Corazón partío", que tocó con su "hermano" José Carlos provocó el éxtasis. La actuación en Sevilla, en las que ha estuvo acompañado de 10 músicos, 5 de ellas mujeres, contó con una novedosa puesta en escena con proyecciones tridimensionales y también sirvió para grabar el DVD de la gira, que comenzó el año pasado en América. La gira de Sanz por España acaba el 11 de agosto, cuando actuará en Cádiz, concierto que, ha vaticinado, será "memorable", igual que la fiesta posterior, porque, entre otros motivos, de la provincia gaditana son su padre y su madre.