Como
el regreso a casa. Con la misma ansiedad, la misma alegría y los mismos
miedos. Como la vuelta al hogar porque Alejandro Sanz se siente
gaditano, es gaditano y en Cádiz siempre se le recibe con los brazos
abiertos. Tras nueve años de ausencia en la capital, el intérprete y
compositor desembarca este fin de semana en el estadio Carranza para
compartir con su público los temas de "La música no se toca" además de
un repaso por los mayores éxitos de su cancionero. Composiciones que
forman parte de la banda sonora vital de una generación de aficionados y
sumando... Porque Alejandro se reinventa y siempre mira hacia delante.
Abre y cierra etapas con igual fortuna. Conjugando sus verbos en pasado y
en futuro. Alejandro vuelve a casa.
-El concierto del próximo sábado en el Estadio Carranza
significará su regreso a Cádiz, su patria chica, tras 9 años de su
última actuación en la ciudad en 2004, en el colegio San Felipe, ¿qué
recuerda de aquella noche y qué significa para usted volver a tocar en
la ciudad?
-Cádiz siempre es un sueño para mí, la verdad es que todos mis
recuerdos de momentos vividos allí son mágicos. El próximo 6 de julio
vamos a vivir en Cádiz una noche única, tengo unas ganas locas de llegar
al Carranza y reencontrarme con el público gaditano, va a ser
memorable.
-También ha protagonizado conciertos muy emocionantes
en la provincia como en Alcalá de los Gazules y Villaluenga del Rosario.
Supongo que también son enclaves bastante significativos para usted.
-Cádiz es parte de mi vida y de mi ser, mis padres nacieron allí,
gran parte de mi familia vive en Cádiz, he vivido grandes momentos junto
a gente muy querida en esas tierras… Es un lugar de sueño.
-¿Qué nos puede adelantar de su actuación en Cádiz?, ¿me puede
hablar de los músicos que lo acompañan?, ¿habrá artistas invitados?,
¿habrá alguna alusión carnavalera?
-Llegaré acompañado por mi banda formada por 10 músicos de lujo, con
una puesta en escena impactante, tecnología y calidad musical… Me
acompañarán en el escenario Niña Pastori, David De María, Manuel
Carrasco, David Palomar, Junior y por supuesto que todos los gaditanos
con la mayor entrega por mi parte. Hay que venir a verlo, porque el que
no venga… se lo perdió y va a ser inolvidable.
-Además de la música, ¿qué es intocable para Alejandro Sanz?
-La dignidad, el pan de la gente, los derechos de los niños y de los más necesitados…
-Con "La música no se toca" ha cambiado usted de compañía
discográfica y también trabaja por primera vez con el productor Julio
Reyes. No sé si este disco significa para usted también la apertura de
una nueva etapa.
-Completamente. Este disco ha abierto un ciclo nuevo para mí en
muchos sentidos, ha dado inicio a una etapa nueva en mi carrera, un
momento que tenía que llegar, que era necesario en mi trayectoria
profesional.
-Lo que no ha cambiado es su capacidad de evocación en las
letras de sus canciones. ¿Este disco es una apuesta porque el público
también se siente y escuche?
-Mis canciones nacen para que quien las escuche se apodere de ellas,
que haga suyas las historias, los mensajes… Ese ha sido siempre mi
objetivo cuando me he sentado a escribir y seguiré manteniéndolo.
-Y usted, ¿qué escucha ahora, qué lee?
-Escucho de todo: flamenco, rock, música clásica... Con la
literatura me pasa algo similar: me zambullo entre los clásicos igual
que entre los nuevos talentos. Últimamente he escuchado a Niña Pastori,
precisamente, y he leído a Antonio Muñoz Molina.
-Musicalmente hablando, "La música no se toca" es un disco muy
ecléctico, pasea por muchos parajes sonoros. Sin embargo, el aire
flamenco quizás es menor que en otros discos, ¿es así?, ¿por qué?
-El flamenco está conmigo en todas partes. En este disco en concreto
es cierto que quizás no se perciba tanto en las guitarras o la
percusión, pero el flamenco está en mi voz en cada una de las 13
canciones del álbum.
-No sé si sigue algún método o tiene alguna manía a la hora de componer, ¿si es así nos la podría contar?
-He probado y pasado por todas las técnicas de composición. Ahora
para este disco lo he hecho con la considerada más tradicional, primero
melodía, luego armonía, letra... No hay ningún secreto del éxito,
ninguna es mejor que otra, es como cada uno lo sienta. Eso sí, siempre
me gusta componer de noche y solo.
-¿El paso del tiempo le ha llevado a componer más mirando hacia dentro que hacia afuera?
-Los dos lados son importantes. Es importante mirarnos por dentro
para conocernos mejor, pero a la vez no se puede caminar por la vida
mirándonos solo al ombligo, tenemos que ser conscientes de lo que nos
rodea.
-Cuando echa la vista atrás, (más de 22 millones de discos
vendidos, 16 Grammys Latinos y 3 americanos, catorce álbumes…), ¿qué es
lo que echa de menos?
-No creo que sea bueno caminar por la vida pensado en lo que no
tuvimos o en lo que echamos de menos. Vivo el presente y aprovecho al
máximo cada instante, así me aseguro de que el día de mañana no echaré
nada en falta.
-¿Cree que el secreto de su éxito de larga duración es el de
haber madurado a la vez que su público? Si no es así, ¿qué otros
factores cree importantes?
-No creo que haya una receta secreta para el éxito. Lo importante es
mantener la constancia, el trabajo duro y un buen equipo. Y además en
mi caso, tengo la suerte de tener el mejor público del mundo y sin duda
eso ayuda (sonríe).
-En el mundo de la música, actualmente, ¿es complicado mantenerse fiel a uno mismo?
-Puede serlo, pero para mí es indispensable.
-Además de poner las cosas difíciles a los artistas, con la
subida al 21% del IVA se transmite la idea de que la cultura es un
producto de lujo, ¿le preocupa este mensaje que, en el fondo, es el que
está dando el Gobierno?
-La cultura es de todos, me preocupa que se aleje de la sociedad en lugar de hacerla más accesible. -Ha
declarado recientemente que ha comprado una casa en Madrid y que lo
veremos más por España, ¿echaba de menos el país?, ¿cómo ha sido su
etapa en Miami?
-Sigo teniendo mi casa en Miami y seguiré yendo por allí pero echaba
de menos pasar temporadas más largas en España y ahora que tengo mi
casa aquí ya podré estar a mis anchas entre una ciudad y otra.
-¿Qué es lo mejor y qué es lo peor que le ha dado el éxito?
-Me siento afortunado y agradecido. No podría ponerme a decir lo malo.