12 ago 2013
Alejandro Sanz cierra su gira española en Marbella
Alejandro Sanz ofreció anoche el último concierto de su gira española,
una actuación en la que presentó su último disco, "La música no se
toca", donde cantó temas nuevos y clásicos de su repertorio musical.
Sanz subió a escena alrededor de las 22.15 horas, ataviado con un
pantalón vaquero azul y camisa negra, en una puesta en escena sencilla
con una gran pantalla al fondo del escenario, desde donde se pudo seguir
el concierto, con un espectáculo lumínico sobre los artistas a modo de
estalagmitas. "Buenas noches, muchas gracias por estar aquí",
relató Sanz, que mandó un saludo al malagueño Antonio Banderas, que
celebró la cuarta edición de "Starlite Gala", donde Alejandro Sanz
recibió un premio y relató que compró el reloj del actor, que le costó "un dineral". También aprovechó para saludar a Imanol Arias, que presentó el evento: "Imanol, picha te queremos, tu eres de nosotros",
espetó. Los primeros compases de la velada llegaron con los temas
"Llamando a la mujer acción", "Cómo decir sin andar diciendo", "Se
vende" o " Desde cuándo", con un público totalmente en pie cantando las
canciones del español. A continuación hizo un resumen de sus 23 años de
carrera con dos popurrís en los que interpretó temas como "Enséñame tus
manos", "Para que me quieras", o "Hay un universo de pequeñas cosas".
Durante la actuación, el cantante contó que cuando le dijo a su madre
que quería dedicarse a la música, ella le dijo que estaba loco, que
triunfar en este campo artístico "era una utopía", por lo que decidió buscar una definición de esto, "que no es fácil explicar a una madre de Cádiz",bromeó. Así, explicó que "la utopía es una línea en el horizonte que según te acercas, se va alejando", señaló, "para eso sirve la utopía, para caminar".
En otro momento de la noche pidió apagar la luz para ver a su público,
lo que provocó gran emoción entre los asistentes, que entre vítores y
aplausos gritó "Alejandro, Alejandro", mientras el artista intentaba
bromear respecto al tema "Mi soledad y yo". "Viva Andalucía",
reseñó mientras contaba que en toda la gira ha bromeado diciendo que la
compuso hace dos semanas y que la iba a estrenar en Marbella.
Seguidamente presentó a su banda mientras interpretaban "Every little
thing she does is magic", de Sting, en la que destacaba la presencia
femenina con dos coristas y dos guitarristas, un pianista, un teclista,
un batería, un percusionista y otro guitarrista que formaba parte de su
pandilla de la infancia. Con "Corazón partío" la gente palmeó, taconeó,
bailó y cantó y le pidió al cantante que bailara, a lo que Sanz
respondió tocando las palmas y los palillos, "un baile animalista", bromeó, tema que dedicó a "todas las amistades de verdad y a todos los corazones puros". El
momento estelar llegó con "No es lo mismo", canción con el que el
público cantó y al que dió las gracias por estar ahí, con un solo de
guitarra vibrante y un final enérgico, al que siguieron "Looking for
Paradise" y "La música no se toca" con la que se despidió para poner fin
tras un gran estruendo sonoro. "Tú de aquí no te vas", le gritaron sus
fans, que le pedían otra canción, tras la que llegó el turno de bises,
para lo que el artista se hizo esperar, y regresó cuando notó la
vibración del auditorio, donde cantó "Mi marciana", que dedicó a su
familia, presente en el concierto. Alejandro Sanz saludó a la modelo
argentina Valeria Mazza, que también asistió al concierto, que continuó
con un "hagan lo que quieran, pero que yo les vea" antes de entonar "Amiga mía", que junto con "Y si fuera ella" puso el broche de oro a la velada.