2 oct 2013

Alejandro Sanz, feliz y agradecido con sus fans

Gritos y suspiros fue lo que provocó el cantante español Alejandro Sanz, quién lució muy sonriente en la primera de seis fechas en un Auditorio Nacional para complacer con un espectáculo plasmado de energía y sentimiento. Tras mostrar un video dedicado al atentado del maratón de Boston en abril de este año, las luces se apagaron al as 20:41 horas cuando sonidos de una cabalgata y una silueta con una guitarra caminaba entre los tres triángulos de tela blanca que cayeron en su aparición al escenario. La presentación de su nuevo disco La música no se toca y algunos éxitos llenaron la velada, con Sanz vestido de negro acompañado de sus músicos con interpretaciones coreadas por todos los presentes, que mostraban emoción al reconocer los acordes iniciales de “Desde cuándo”, “Nuestro amor será leyenda”, “El alma al aire” o “Quisiera ser”. “Muchas gracias, qué gusto. Buenas noches ¿cómo están? México acá estamos de nuevo y vamos a dar todo el “fuá“;, siempre hay que darlo todo y si no, no vale. Disfrútenlo y los quiero mucho”, saludó. Con gritos y chiflidos en cada movimiento, entre los que se pudo escuchar “te amo” o “papacito”, llevó al coloso de Reforma a estados de romanticismo con temas como “Enséñame tus manos”, donde el recinto pareció un cielo colmado de estrellas, o “Cuando nadie me ve”, de los más aplaudidos. Después de agarrar las manos de algunos que se acercaron, bromeó varias ocasiones con presentar nuevos temas que al final resultaban ser grandes éxitos como lo hizo con “Corazón partío” para continuar su repertorio con “No me compares” o “No es lo mismo”, que mostró a un unido público moviendo los brazos de un lado a otro siguiendo la energía generada desde el escenario, donde el español incluso se animó a tocar la batería. “Me quiero ir con dos canciones que nunca han escuchado en su vida, supongo que las conocen”, siguió bromeando. “Muchísimas gracias por venir esta noche, no saben lo que significa para mi venir a México y nos vemos la próxima. Cuídense mucho, los quiero mucho”, se despidió con una escenografía de truenos, mandando besos y haciendo reverencias. Fue así como tomando banderas de México desde sus seguidores cantó las esperadas “Amiga mía” que se convirtió en “Y si fuera ella”, para desaparecer a las 22:40 horas.