1 may 2015

Más vale Alejandro Sanz solo

Con su nuevo álbum, Sirope, Alejandro Sanz prefirió tener el control total de sus canciones. "A estas alturas prefiero arriesgar en solitario, para bien y para mal. En otras ocasiones a lo mejor me daba más miedo, porque buscaba ayuda, pero ahora confío mucho más en lo que pueda equivocarme yo que en lo que puedan acertar los demás", dice, en entrevista. El músico español asegura que ha cuidado mucho la calidad del disco, que saldrá a la venta el lunes. "He estado ensayando muchos años para poder llegar aquí. Pasé ocho meses sólo con el disco grabando bajos, baterías y pianos, y los cuatro últimos meses llamé a Sebastián Krys para que lo produjera conmigo. Le dije 'haz lo que quieras, pero no toques nada', porque pensaba que me iba a despeinar las canciones, pero hizo un ejercicio de humildad y profesionalidad muy grande. Comprendió lo importante que era conservar lo que yo había hecho durante esos ocho meses y que nada estaba puesto ahí por casualidad", recuerda. Sanz reconoce que suele trabajar de manera incansable porque le preocupa no poder responder a sus propias expectativas. "Cuando empiezo a escribir siempre me da la ansiedad de que no pueda escribir nada. De hecho, en esta ocasión escribí 40 canciones, para quedarme finalmente con 13. Esa es la ansiedad que me da y que me obliga a trabajar como una bestia". En el álbum, Sanz incluye la canción "Capitán Tapón", dedicada a su hijo Dylan, de 3 años y producto de su relación con su esposa, Raquel Perera. "Como estoy seguro de que a los 30 le va a encantar la canción pero que a los 14 la va a odiar, le tengo de cómplice y no hay manera de que se escape, porque le diré 'es que tú también estabas en la canción'. Todas las noches subía al estudio a despedirse y tocaba el piano conmigo y la guitarra, porque el estudio, para un niño, es como un parque temático. Dylan es el que me quita el sitio en la mesa y quita el partido (de fútbol) para poner a Bob Esponja y se cree que es el que manda. Con Dylan y Alma (de nueve meses) es con quienes más he convivido, pero mis cuatro hijos se llevan de maravilla. Hay una relación muy buena entre ellos y se adoran", asegura. En Sirope también hay espacio para los sonidos mexicanos con la canción "A Que No Me Dejas", en la que incluye mariachi. "Yo dudaba meter esa canción en el disco porque es muy clásica, pero la manera en que encontré lo moderno fue buscar en lo más clásico, en el mariachi, y llamé a Armando Ávila, que es un productor mexicano, y le dijimos que lo buscara y lo hizo de tal manera que cuando entra en el disco es increíble. Hace muchos años que no escucho un mariachi sonando así. Lo que recibimos ahora de México es otro tipo de sonoridad, más música de banda, la norteña, pero esa forma de llorar, con esa armonización perfecta, viviendo todos a la vez y en la misma cadencia, hace mucho tiempo que no lo escuchaba", precisa. El título del álbum, que significa jarabe, es menos provocativo que el del primer sencillo: "Un Zombie a la Intemperie". "Me he sentido muchas veces como un zombie cuando huyes de la felicidad porque crees que hay algo todavía mejor. O porque pones en una balanza libertad y felicidad y parece que nunca llegas a cuadrarlo", explica. En 2016, Sanz se dedicará a hacer una gira por América, desde Estados Unidos hasta Argentina. "Por supuesto, pasando por México, porque si no lo hiciéramos nos perderíamos la mitad de la gira. En la pasada hicimos más de 25 conciertos, una barbaridad de gente. Es un País muy importante, aparte del cariño personal", concluye Alejandro Sanz: "El tono flamenco no se me puede quitar. No hay en todo el disco un cajón ni una guitarra flamenca, pero mi forma de cantar es flamenca. Aprendí a cantar escuchando a Camarón (de la Isla) y a Paco de Lucía. Lo he mamado de la música".